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Cuando uno empieza a tener muchas responsabilidades, empieza a experimentar muchas cosas, especialmente el sentir que el tiempo se empieza a reducir, en algunos casos incluso uno puede sentir ansiedad por no poder completar ciertas metas u objetivos. Ya sean propios o del trabajo.

Y empiezan a caer las siguientes preguntas. ¿Cómo ser más productivo?, o ¿Cómo puedo tener más tiempo libre?

Estas preguntas suelen hacer dos cosas, hacer que gires infinitamente sobre ellas, y que te deprimas y sientas que no servís para nada, o te hacen replantearte si las cosas que haces y como las haces son o no las correctas y tratas de hacer algún cambio.

Y creo que usualmente si uno quiere salir del círculo vicioso de sobre pensar y lamentarse por todo, y querés ser más productivo, tiene que analizar las siguientes situaciones si quiere ser más productivo.

1 No tener un buen descanso

Seguramente todos vimos, leímos o escuchamos, como ciertos personajes se vuelven exitosos gracias a que trabajaron en sus sueños día y noche, 7 días a la semana, las 24 horas del día, bla-bla-bla, puro cuento de películas.

La verdad es que si una persona no se recupera adecuadamente, no puede ser capaz de tomar decisiones acertadas. Ya que el no tener un buen descanso implica no poder recuperar la energía que necesitamos, energía que especialmente nuestro cerebro necesita para seguir realizando tareas.

Y seguramente más de uno va a empezar, yo sí puedo trabajar perfectamente, aun si no duermo, detente un segundo a pensar, como hubiera cambiado la calidad de ese trabajo si hubieras descansado.

Una anécdota de esto fue cuando estaba en mi trabajo y quise retomar la universidad al mismo tiempo, y en el trabajo tenía que devolver las horas que no estaba presente (obviamente).

La venia piloteando bien, hasta que en un momento, empezó a ser incómodo que los horarios de las clases eran irregulares, unos por la tarde, otro por la noche y en un momento, PRÁCTICOS, trabajos prácticos de las materias, estudiar para los parciales e ir al trabajo.

Llegué a dormir 3 días seguidos, solamente 2 horas, entre que recuperaba las horas del trabajo y entre que realizaba los prácticos, solía quedarme dormido en el colectivo cuando iba al trabajo y cuando volvía, por suerte me despertaba a tiempo en mis paradas, mentira me pase en un par pero no muy lejos. 

También me dormía en mis dailies del trabajo, pero eso fue chistoso porque en un momento escuchaba que se saludaban, y de repente se estaban despidiendo, realmente se me apagaba el tele en medio de las reuniones.

Pero en fin, ahí es cuando me di cuenta de que por lo menos para mí era imposible hacer tantas cosas, y hacerme el “productivo” cuando en realidad me afectaba el no tener un buen descanso. Bajaba mi rendimiento por no poder estar al 100% o al 50% al menos.

Y por si te estás preguntando. ¿Acaso no tomabas café? Sí, es más, tome tanto café que mi cuerpo ya estaba acostumbrado a la cafeína, lo que hacía que lo próxima vez ya no tenga el mismo efecto y necesite tomar más cantidad aún.

Al final lo que sí me ayudo bastante fue crear ciertos hábitos para descansar mejor, un horario, ambientación, y 0 distracciones digitales. 

En mi caso particular, empiezo mi ritual de dormir al rededor de las 21 o 21:30, de a poco voy sacando luces hasta quedar a obscuras, y el televisor lo saque fuera de mi pieza (o habitación como usted quiera llamarlo), y los celulares tienen programado el “bienestar digital” que me pone el celular con protección de vista y activa la funcionalidad de no molesta.

Así no recibo ningún tipo de notificación, y si estoy leyendo o viendo algo tarde o temprano al no tener esa luz azulada, termino cayendo como mosquita.

¿Lo cumplo a rajatabla?, pues no, obviamente que hay días en que quiero ver una película con mi dueña, o también que casi todos los viernes hago la noche de Pachaneta, que básicamente es jugar videojuegos con mis colegas.

Ya lo dijo James Clear en su libro Hábitos atómicos, el hábito no tiene que ser perfecto, no es tener un 100% de algún hábito, de vez en cuando uno puede cambiarlo, lo que vuelve bueno a un hábito es cuestión de cantidad o porcentaje, cuantas veces seguiste ese hábito vs. cuantas veces no.

Pero volviendo a este punto, tener un buen descanso aporta demasiado valor a nuestra vida, no solo para la productividad, sino al estado de ánimo también, ya que es ese el momento en el que el cuerpo se recupera.

2 Decir que si a todo. 

Una vez escuche una anécdota del mono en el hombro, en donde básicamente habla de que cuan alguien tiene x problema y otro por querer ayudar sin darse cuenta puede quitarle la responsabilidad a la persona inicial, se termina quedando con el mono en el hombro. (Por si no lo entendiste, el mono representa responsabilidades.)

A lo que voy con esto es que a veces otras personas necesitan ayuda, o hay tareas extras no obligatorias en el trabajo. Y uno, porque es demasiado cortés (o boludo), termina diciendo que sí a todas esas peticiones.

El problema de decir que si a todo te lleva a tener más responsabilidades, es decir, que terminas acumulando más tareas de las que ya tenías.

Y por muy costoso que parezca, hay que aprender a decir que no para ser más productivos, no podemos estar ofreciéndonos todo el tiempo, y aceptando peticiones de los demás.

No me malentiendas, no estoy diciendo que nunca ayudes a nadie, pero sí lo haces, al menos considera antes si estás ignorando alguna responsabilidad que ya tengas.

Es normal caer en este poso, incluso yo estuve ahí cuando empecé a trabajar, uno quiere ser el resuelve todo, a veces quiere esforzarse para que te den un aumento (aunque en vez de eso te terminan felicitando y nada más), o incluso el que quiere darle una mano a los demás.

Me paso que en mi primer trabajo, me pidieron que capacite a más gente junto con otros colegas, el problema no era capacitar, sino dos detalles, uno tenía que preparar los temas fuera de horario porque si no me empezaba a retrasar en el trabajo, y otro que no era pago.

No es que no me guste ayudar o capacitar a la gente, tuve compañeros a los que ayude y en ese momento lo hice con gusto por más tareas que tuviera, e incluso en nuevos trabajos capacite a mis compañeros con mucho gusto, pero el hecho de capacitar a mucha gente era el tiempo, demandaba demasiado tiempo fuera del trabajo, y no era pago.

Seguro que vas a pensar, “a este tipo solo le interesa la guita” aparte de que eso es verdad, el tema es que el tiempo de cada persona tiene un valor, hay quienes prefieren valorarla (como debería haber hecho en ese momento) y quienes se ponen la “camiseta”.

Concluyendo con este punto, mi intención no es que no ayudes, pero antes de hacerlo ayudate a vos mismo. Aprende a Priorizar tanto tus tareas como vida personal, por ejemplo si para vos es más importante ir a hacer ejercicio, y llega una tarea no obligatoria ni urgente, o te empiezan a pedir ayuda, aprende a poner primero tus prioridades. Y si cuando terminaste tus cosas aún necesitan ayuda, podés ofrecerte con toda alegría.

3 Desorden y distracción.

No sé si alguna vez te paso, que estás concentrado en algo y luego, te llama la atención la foto que tenés en el escritorio (o el juguete de pato que hace sonidos graciosos), la lucecita del celular anunciándote que tenés una notificación, o incluso que suene el celular por esa notificación. Acto seguido chau concentración.

A mí me paso cientos de veces, y antes de la pandemia era peor, porque a veces no solo eran de mi pertenencia, sino que uno escucha como le llegan notificaciones a los demás, y también al compañero que le gusta poner sus audios de wpp para que todos escuchen y resulta que era el audio de los gemidos (eso sí era chistoso, pero distraía).

El mundo actual está lleno de distracciones, especialmente digitales, y con la corta capacidad de concentración que suelen tener los seres humanos, peor.

Lo que tuve que hacer para no distraerme tanto fue, nada, para ser honesto, la oficina me parece de los peores lugares para trabajar (PARA Mí), son los lugares más improductivos que puede haber(por si no quedo claro la primera vez, PARA Mí).

Extrañamente, la pandemia fue la que me salvo de esa improductividad, yo creí que en mi casa iba a estar peor y ser menos productivo, la verdad es que no, el tiempo que perdía yendo a la oficina, yo ya estaba trabajando, en ese momento de tranquilidad podía avanzar con bastantes tareas. Aun así, esto no me convirtió en la persona más productiva, pero me ayudo a seguir ese camino y a concientizar, aun a día de hoy, hay cosas que seguir mejorando.

¿Qué es eso que tengo que mejorar? Preguntará usted, querido lector, es el desorden. Si bien aumente mi productividad, el desorden es uno de los hábitos que me cuesta aún a día de hoy tenerlo bajo control.

Tengo en realidad el mal hábito de dejar las cosas sobre mi escritorio, vasos, botellas de agua, a veces me pongo a escribir resúmenes de algún libro y dejo toooodo sobre el escritorio.

Si la opción fácil sería, no lo hagas y listo, o cuando termines acomodalo, que de hecho es lo que trato de hacer. Pero es muy automático, cuando termino de tomar un vaso de agua o escribir algún resumen es automático, me pongo a trabajar de nuevo.

Es más, no es hasta que estoy escribiendo esto que puedo darme cuenta y analizarlo bien, pero el punto es, para dejar de divagar, que el desorden termina por llevarte a distraerte, las cosas que están a tu alrededor, distraen a la mente, si es que no estás en el estado de flow como menciona el libro de Pensar rápido Pensar despacio de Daniel Kahneman, seguramente todo le que este a tú al rededor te va a llamar la atención.

Como podemos solucionarlo, no sé, no mentira, si sé, deberíamos tener un espacio como está de moda hoy minimalista, con la menor cantidad de cosas posibles que puedan llegar a distraerte, o por lo menos fuera de nuestra vista.

4 Esperar a hacer algo cuando uno está motivado.

Estoy seguro de que te paso, que un día te levantas con toda la pila, y podés realizar cualquier tarea, ya sea del trabajo, o proyectos personales. Y a veces te dura un par de días, y después al tercer o cuarto día, chau motivación para hacer tus tareas (u objetivos).

Es algo muy común que la mayoría de las veces estemos esperando a estar motivado para sentir que tenemos ganas de hacer algo. Si no también estás tratando de buscar la inspiración para sentirte motivado.

En el libro de Mark Manson, El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda, explica como las personas buscan esta inspiración para sentirse motivados, para que esta motivación cree una acción.

Inspiración > Motivación > Acción

Pero él propone que en vez de esperar y buscar inspiración, que sean nuestras acciones las que creen una inspiración, ya que para él, el hecho de que te hayas inspirado era producto de una acción mínima previa.

Acción > Inspiración > Motivación > [de nuevo al inicio]

Parecería que es lo mismo, pero en diferente orden y la verdad es que no, la diferencia radica en que la idea es estar en constante acción, estés o no motivado, ya que esto te hará más propenso a sentirte inspirado y motivado luego.

Por si quieres componer música, escribir algún libro o lo que sea, si esperas a estar motivado, no lo vas a hacer con mucha frecuencia, pero si lo volvés un hábito, vas a hacer aún que sea pequeño avances que irán aportando para sentirte inspirado con el progreso que se va a ir haciendo.

Y en este momento me vino un mix entre el libro Show you work de Austin Kleon y el de Hábitos atómicos, en ambos hablan de pequeños progresos, o pequeñas acciones, en Show you work habla como recolectar información de tú trajo (o sea de como haces tu trabajo no chorear información del trabajo porque te comes alta demanda), a lo largo tenés contenido para ir compartiendo, y en Hábitos atómicos que me quedo supergrabado ser 1% mejor todos los días, al final del año vas a tener un avance a comparación de sí no hubieras hecho nada.

Ahora la pregunta es, ¿como ir encarando esto día a día?, especialmente si uno tiene tareas que son robustas y grandes, la solución a esto es atomizar las tareas, una buena forma de usar el “divide y vencerás” contra tareas complicadas.

Esto ayuda a no perderte en una tarea grande, sino también a hacer avances pequeños, y que estos por consiguiente te lleve a estar inspirado y motivado al ver los pequeños avances.

Ahora que está de moda ChatGPT, le puedes preguntar como dividir tus tareas grandes dándole una descripción de las tareas, antes de la descripción pueden usar este prefijo para su promt:

Actúa como un experto en gestión de tareas, descripción de tu tarea aquí

Para concluir con este artículo, me gustaría que entiendas. Primero (si es que no lo dedujiste aún) es que ser productivo no tiene nada que ver con estar ocupado, es más, el hecho de ser productivo te hace estar menos ocupado. Segundo Francia (Un chiste quemadísimo por el mundial). Tercero, que si te sentís identificado con alguno del los puntos, indaga sobre ese tema para saber como mejorarlo, y si estás mal en todos los puntos, te recomendaría que empeces siempre por descansar mejor, siempre.

Espero que este grano de arena te ayude a seguir buscando el camino a tener mejor productividad y lo más importante paz mental.

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